miércoles, 4 de mayo de 2011

Por fin hay pruebas: los árbitros de la UEFA están comprados


Mourinho dijo: “si digo lo que pienso termina mi carrera”. Ahí lo dice todo, pero sin decir nada. No podía ser más claro; lo digo literalmente, no es un eufemismo. No podía ser más claro porque si lo es nunca más podría jugar en la UEFA. Sin embargo, Mourinho, ese técnico que de sincero y claro ha llegado a sufrir el odio de todo el periodismo español hasta el punto de unir a periodistas merengues y culés, no puede hablar. ¿Qué sería lo único que si Mourinho hablase acabase con la carrera del entrenador más brillante hoy por hoy?

No puedo más que pensar que en ese nivel en el que se mueven los técnicos, se conocen más cosas de las que podemos apreciar los simples aficionados. Cuando un técnico que ha jugado en tantos equipos cosechando éxitos hace unas declaraciones como las que hizo tras el partido de ida, cuando una persona se juega el puesto de esa manera en lo que viene a ser un equipo más de su carrera, es que hay algo turbio que oculta la torpeza repetitiva de los árbitros, sobre todo si admitimos que no puede ser casualidad que estos jueces del campo siempre se equivoquen del mismo lado. Sin pudor, sin miedo, parece que se sienten seguros faltando a la verdad delante de millones de espectadores, parece como si estuvieran tranquilos sin pensar en alguna posible represión ante un “error” tan claro, a pocos metros de distancia de sus ojos.


Pero ya hay pruebas, las ha habido y como esto no cambie, las habrá. No es la primera vez que se compra a un árbitro, la UEFA está bastante desprestigiada por ese sentido, incluso el equipo que dirigía Mourinho en Portugal, el Oporto, fue sancionado por ese motivo. Por eso seguramente se iría Mourinho de allí, siendo tan ambicioso seguramente no le gustó compartir el mérito de sus victorias. Por eso está aquí denunciando lo que ve, pero sin poder decir más de lo permitido; o sea prácticamente nada. El puede denunciar todo lo que quiera, pero el juego sucio sigue igual si nadie le apoya en sus denuncias. Sin ir más lejos el mismo directivo que fue acusado de comprar al árbitro en aquél entonces, se reunió en una cena el pasado jueves con el árbitro que pitó el encuentro que le ganó el Oporto al Villareal. Y aquí no pasa nada. ¿Se ha rasgado la prensa las vestiduras? No, para ellos es más importante que Mourinho diga alguna barbaridad, y si no la dice se levantan de sus asientos y lo desplantan. Pero el hecho de que exista juego sucio a la prensa no le importa; algo habrá que les impida sacar dinero de lo que sería un escándalo en ese sentido. Si se puede comprar un árbitro, ¿Cuánto más fácil será comprar a un director de periódico? Así que si Mourinho sospecha del árbitro, seguramente es que estará viendo algo parecido a lo que vio cuando dirigía al Oporto, pero está más solo que Robinson Crusoe.

Hay algo que huele muy extraño en torno al teatro del Barcelona y como pitan los árbitros sus encuentros. ¿Sabían que Guardiola visita a los árbitros en el vestuario? Pues sí, lo hace. Y lo peor es que ensombrece al futbol español en general; no imagináis cuanto. Solo comentar que el presidente de la Federación Inglesa de Fútbol acusó a la federación española de estar buscando árbitros en el mundial para comprarlos. ¿Será posible que el Barcelona además de su juego técnico, también propague la fama de su juego sucio? ¿Tendremos que compartir nuestro éxito nacional con una mala fama que no nos corresponde? Lamentablemente, el prestigio se gana con mucha dificultad, habríamos de reflexionar si nos interesa este tipo de actitudes en el futbol español. Cualquiera que piense por un momento en la posibilidad de la corrupción arbitral, encontrará más indicios por sí mismo. Eso explicaría lógicamente que los jugadores del Barça hicieran excesivo teatro en el partido de ida, estaban cubriendo la ayuda arbitral. Porque de esa forma se entenderían esos partidos en donde el Barcelona se beneficia de forma demasiado casual, siempre en los partidos claves; en esos partidos en donde para el club hacer un desembolso importante de dinero a cambio de la ayuda arbitral saliese “barato”.



La prueba más evidente para pensar así es que nadie habla de ello, salvo alguna voz aislada de la que ningún medio quiere hacer noticia. Pensadlo bien, siempre que hay una noticia, hay un contrapunto, un medio hace eco de justo lo contrario, lo más descabellado, lo más sensacionalista; es que es un efecto inevitable y natural. Pero parece que hay un acuerdo tácito para que, por más que se insinué desde todos los puntos y el aficionado lo piense, nadie haga eco en los medios. Precisamente este asunto, brilla por su ausencia. Extrañamente nadie habla de algo que resulta más que evidente.

Resulta irónico que en un país en donde la masa periodística suele inundar como un océano cualquier noticia vendible, dejen desierto este filón… si se puede comprar un árbitro, ¿Qué no se podrá comprar?

2 comentarios:

  1. MIra que eres anormal con este Blog¡¡¡ todos los retrasados sois iguales....

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